sábado, 30 de octubre de 2010

Tarta de mousse de chocolate. La tarta de Silvia.

  Perseguí esta receta durante mucho tiempo. Es cierto que fueron más vueltas mentales, en cuanto a ingredientes, que vueltas físicas a la masa. Y cuando, por fin, di con los productos, empecé a pelear con las cantidades. O sea, que casi puedo decir que se trata de una receta propia. Recuerdo que, para Fiestas de la Magdalena, estando Raquel y Laura en Castellón con los abuelos, quise sorprender a Juanjo con una primera elaboración del pastel. Y entre los dos nos comimos parte de la sorpresa, el resto lo tuve que lanzar a la basura...
  Pero me había impuesto una meta, y me urgía dar con el punto justo de la tarta.
  Mi sobrina Silvia tomaba la Primera Comunión, y la celebración iba a ser en casa de mis padres. Todo en plan familiar y casero. Nuestro regalo iba a ser un álbum con las fotos de la Comunión, y la Tarta. Así que me tenía que poner las pilas si quería lucirme.
  He de decir, a mi favor, que no tardé demasiado en pillarle el punto. Y, unos días antes de la ceremonia, nos comimos en casa el último ajuste de los ingredientes del pastel... Y le dimos el visto bueno...
  Para aquel día preparé tres pasteles, idénticos y perfectos. Lamenté no tener un buen expositor, de esos de pisos que usan los pasteleros profesionales.
  El resultado superó las expectativas. La tarta estaba buenísima. Quienes la probaron, elogiaron el sabor y la textura. Y yo estaba feliz.
  He seguido haciéndola con ocasión de cumpleaños y demás, y siempre ha tenido éxito.
  Silvia se acuerda siempre de su tarta, y se relame pensando en ella.
  Por eso la llamo "la tarta de Silvia".



  Aquí os la presento.

  Ingredientes: 24 galletas María, 125 gr. de margarina, 3 hojas de gelatina neutra, 200 gr. de chocolate negro para postres, 3 huevos, 200 ml. de nata para montar.
  Preparación.
  Triturar las galletas. Ya sabéis, a la antigua usanza, yo prefiero plato hondo y maza de mortero. Voy poniendo galletas, de 2 en 2, o así, y aplastando con cuidado con la maza de mortero. Prefiero los tropezones, no polvo de galletas.
  Derretir la margarina, y mezclar con la galleta triturada. Esta mezcla se ha de poner cubriendo bien la base de un molde para tartas desmontable. El molde lo pondremos en el congelador, para que se endurezca la base mientras preparamos la mousse.
  En un cuenco con agua fría, pondremos las hojas de gelatina, para que vayan hidratándose.
  Separar las yemas de las claras.
  Derretir el chocolate con un chorrito de agua. Yo lo hago en el microondas, removiendo de vez en cuando, hasta que esté a punto, y no más del tiempo necesario. Una vez derretido le voy incorporando las yemas, de una en una, removiendo bien.
  Escurrir bien las hojas de gelatina. En un tazón calentar 3 cucharadas soperas de agua, sin que lleguen a hervir. Poner  la gelatina en el agua caliente y disolver. Verter sobre la mezcla del chocolate.
  Montar la nata, e ir incorporándola a la mezcla con suavidad, con movimiento envolvente.
  Montar las claras a punto de nieve, e incorporar nuevamente de forma envolvente.
  Sacar el molde del congelador, verter la mezcla y ¡a la nevera!

  Se le puede dar un punto de congelación, si se le quiere dar una textura más consistente.

  Se trata de una de mis tartas "oficiales".
  Juanjo ha cumplido hoy 43 años. He preparado, para celebrarlo, una de limón, que también le encanta. Ya os contaré la receta en otra ocasión. Pero para mañana tengo preparada la de mousse de chocolate. Comeremos en casa de sus padres, con los tíos, Javi, Isabel y los niños. Van a faltar los Martín García, que están en Gandía. Y allí son chocolateros (en casa de mis suegros, no en Gandía). Seguro que no van a quedar ni las migas...

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